Dependiendo de las condiciones económicas y las necesidades de estimular la economía del país, la tasa de interés puede subir o bajar. Sube cuando se busca reducir el consumo con el objetivo de que bajen los precios e incentivar el ahorro, y baja para estimular el consumo porque es más barato endeudarse y menos atractivo ahorrar.
¿Cómo afecta esto a tus inversiones?
La baja de tasas tiene un efecto directo sobre tus inversiones, tanto si están en Renta Fija (depósitos o bonos) como en Renta Variable (acciones).
Renta fija: gana valor cuando las tasas bajan
Si tienes un Fondo Mutuo de Renta Fija o un Depósito a Plazo, esto podría interesarte. Estos instrumentos invierten en deuda, como bonos o letras hipotecarias.
Cuando bajan las tasas, el valor de estos instrumentos tiende a subir, lo que puede traducirse en una mayor rentabilidad para ti. Y cuanto más largo sea el plazo del instrumento, mayor suele ser el efecto positivo.
Renta variable: se beneficia del crecimiento
Los Fondos Mutuos de Renta Variable invierten principalmente en acciones de empresas. Cuando las tasas bajan, pedir un crédito se vuelve más accesible, las empresas pueden crecer más y sus acciones suelen subir de precio.
Esto hace que tus inversiones en este tipo de fondos puedan obtener mejores retornos, aunque siempre con un nivel de riesgo mayor.
Es importante que consideres que los instrumentos de renta variable son más volátiles y que se pueden obtener altas rentabilidades en el largo plazo a cambio de un mayor nivel de riesgo.
¿Entonces, en qué conviene invertir?
No hay una única respuesta, ya que depende de tu perfil, tus objetivos y el plazo en que quieras invertir.
Lo importante es saber que cuando las tasas bajan, hay oportunidades interesantes tanto en renta fija como en renta variable. La clave está en diversificar y en contar con asesoría experta.