El año 2024 marcó una etapa de moderada recuperación económica para Chile, con un crecimiento del PIB estimado en un 2,2%, impulsado principalmente por el buen desempeño de sectores como la minería, el transporte y el sector eléctrico. Sin embargo, el país también enfrentó desafíos significativos, especialmente en áreas como la inflación, el mercado laboral y la inversión, que serán los focos principales a abordar durante este 2025.
César Guzmán, Gerente de Macroeconomía de Grupo Security, entregó su opinión fundamentada respecto al tema.
Crecimiento económico: recuperación selectiva
El crecimiento del 2,2% del PIB estuvo liderado por el auge de las exportaciones, que aumentaron un 8,9% el último trimestre de 2024, impulsadas principalmente por la fuerte demanda internacional de cobre y litio, productos emblemáticos de la minería chilena. Este dinamismo exportador contrasta con una caída del 1,5% en las importaciones, reflejando una demanda interna más cautelosa y selectiva. La reducción en las importaciones, especialmente de bienes de consumo duradero y maquinaria, también contribuyó a mejorar la balanza comercial, generando un saldo positivo que aportó estabilidad a la economía.
Dentro de los sectores que impulsaron el crecimiento, la minería se destacó por las inversiones en tecnología y sostenibilidad, que aumentaron la eficiencia y la competitividad del sector. El sector eléctrico, por su parte, experimentó un incremento en la generación de energías renovables, especialmente solar y eólica, consolidándose como un pilar del crecimiento económico y de la transición energética del país.
Sin embargo, no todos los sectores compartieron este desempeño positivo. La pesca enfrentó dificultades debido a la sobreexplotación de recursos y cambios en las condiciones climáticas, lo que resultó en una menor captura y producción. Los servicios financieros, afectados por la volatilidad de los mercados y la cautela de los inversionistas, también mostraron una contracción. "Estos contrastes subrayan la naturaleza selectiva de la recuperación económica de Chile y la necesidad de políticas diferenciadas para apoyar a los sectores más rezagados", sostiene Guzmán.
"El principal desafío es contrarrestar los efectos del panorama global con un mayor dinamismo interno, por lo que se tienen que generar las condiciones adecuadas para que ello ocurra"
César Guzmán, Gerente de Macroeconomía de Grupo Security.
Inflación: Un problema persistente
Aunque la inflación se moderó significativamente en 2023, pasando del 13% al 4%, en 2024 se mantuvo en la parte alta del rango meta del Banco Central (2%-4%) con una leve aceleración hacia fin de año. Esto se atribuye en gran medida a la depreciación del peso chileno, que comenzó el año en torno a los $900 y cerró cerca de los $1.000 por dólar. El debilitamiento de la moneda local encareció los bienes importados e impactó los costos de producción y los precios al consumidor en general.
Adicionalmente, factores externos como el aumento de los precios internacionales del petróleo y la persistente incertidumbre en los mercados globales también contribuyeron a ejercer presión sobre los precios internos. A pesar de estas presiones, el consumo y la inversión interna permanecieron acotados, ayudando a contener una mayor escalada inflacionaria. El Banco Central, por su parte, mantuvo una postura prudente en su política monetaria, ajustando las tasas de interés de manera gradual para equilibrar el control de la inflación y el apoyo al crecimiento económico.
En aspectos específicos, como alimentos y transporte, fue particularmente notorio el efecto, afectando de manera más acentuada a los hogares de menores ingresos, que destinan una mayor proporción de sus recursos a estos rubros.
En este contexto, las expectativas inflacionarias para 2025 se mantienen cautelosas, con el mercado y los analistas atentos a las políticas macroeconómicas que se implementen para estabilizar la moneda y fomentar la inversión, elementos clave para asegurar una inflación dentro de los parámetros deseados y un crecimiento económico sostenido.
"Hay señales de debilidad en el mercado laboral, como la mantención de tasas de participación y de ocupación por debajo de los niveles prepandemia"
César Guzmán, Gerente de Macroeconomía de Grupo Security.
Mercado Laboral: avances y debilidades
La tasa de desempleo promedió un 8,7%, similar al nivel de 2023, reflejando un crecimiento del empleo del 2,5%, en línea con el aumento de la fuerza laboral. No obstante, las tasas de participación y ocupación aún no alcanzan los niveles previos a la pandemia, por lo que, según César Guzmán, "hay señales de debilidad en el mercado laboral". Sectores como salud, educación y alojamiento lideraron la creación de empleo, mientras que áreas como el transporte mostraron destrucción de puestos de trabajo.
Contrastes en la política fiscal e inversión
En términos fiscales, el gobierno cerrará el año con un déficit estimado del 3% del PIB, superior a lo previsto, lo que continúa impulsando la deuda pública por encima del 40% del PIB. Si bien esta cifra es manejable en comparación con otros países, "preocupa el aumento sostenido de la deuda desde 2007, cuando era apenas un 4% del PIB," afirma Guzmán.
Por otro lado, la inversión privada volvió a contraerse en 2024, afectada por altos niveles de incertidumbre. Sin embargo, la inversión minera mostró un desempeño positivo, destacándose frente a otros sectores que tuvieron resultados más débiles.
Desafíos para 2025
De cara a 2025, "el principal desafío es contrarrestar los efectos negativos del panorama global con un mayor dinamismo interno, por lo que se tienen que generar las condiciones adecuadas para que ello ocurra mediante políticas que fomenten el crecimiento interno" afirma César Guzmán. Esto requerirá generar condiciones que estimulen la inversión y la confianza empresarial, así como mejorar la productividad y la inclusión laboral. Para ello, será crucial implementar una serie de medidas estratégicas que promuevan la innovación, la diversificación económica y el fortalecimiento del capital humano.
Aunque Chile logró un crecimiento moderado en 2024 y avances en ciertos sectores, persisten desafíos estructurales que deben ser abordados para consolidar una recuperación sostenible en el futuro cercano. La clave para 2025 radica en la implementación de políticas integrales y coordinadas que promuevan un crecimiento sostenible, fortaleciendo así la economía chilena frente a las incertidumbres y desafíos globales.