Todo empieza con un número desconocido. Los mensajes vienen, aparentemente, de un reclutador de talento en búsqueda de postulantes para un trabajo de mínimo esfuerzo, que ofrece un gran salario. Los interesados ejecutan tareas sencillas, y al poco tiempo reciben pequeños depósitos en sus cuentas bancarias. Todo va bien, hasta que se les pide realizar una transacción por un monto significativo, que supuestamente será devuelto a la inmediatez. Esta estafa suele darse en aplicaciones como WhatsApp, por lo que se aconseja no aplicar a ofertas laborales de números ajenos a tu cartera de contactos.
Según la Asociación del Retail Financiero de Chile (ARF), el 2022 hubo un total de 322.959 estafas bancarias, cifra que al año siguiente se duplicaría. En este escenario, la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras nacional (Abif) reportó alrededor de 190 millones de dólares en fraudes el 2023.
Quienes cometen este tipo de delitos, desde personas comunes hasta hackers maliciosos (también apodados black hats), son expertos, y sus tácticas suelen cambiar con el tiempo. Para que te mantengas alerta, aquí te presentamos tres fraudes habituales:
Vishing
El vishing es una estafa telefónica en que el interlocutor (victimario) se expresa de manera elocuente, aparentemente profesional. Este, le expresa a la víctima una serie de beneficios (o inconvenientes), con el fin de obtener dinero de manera inmediata o futura. Las primeras llamadas buscan extraer información de la persona mediante la manipulación, para luego volver a realizar una llamada con los datos necesarios. Lo mejor que se puede hacer en estos casos, es hacerse la pregunta: ¿Yo solicité esta información? Si la respuesta es no, evita a toda costa entregar datos personales.
Smishing
El smishing es una variante del vishing. Los atacantes envían mensajes de texto para que los usuarios divulguen su información personal, hagan clic en enlaces maliciosos que podrían infectar con virus los dispositivos, entre otras posibilidades. Se recomienda no entrar a enlaces extraño recibidos por este medio.
Phishing
El término se refiere a la forma en que los estafadores hacen “morder el anzuelo” a sus víctimas con tácticas engañosas. El ejemplo más común son las páginas web que imitan a otras, haciéndose pasar por tiendas de ropa reconocidas, entidades bancarias, o instituciones. Suelen tentar a los consumidores con grandes descuentos y beneficios. Antes de realizar cualquier compra online, investiga las redes sociales de la marca y/o sus puntos de venta para verificar los canales oficiales.
¿Cómo prevenir un fraude?
En 2020 se promulgó la Ley de Fraudes (21.234) en Chile, lo que significó un avance en protección de datos, limitando la responsabilidad de quienes sufren estafas con transacciones, medios de pago, extravío, hurto o fraude. Si pasaste por algo similar y requieres de más información, revisa los detalles de la Ley 21.234.
Cambiar contraseñas y/o claves de manera periódica es una de las medidas de ciberseguridad más efectivas, pero existen otras recomendaciones, igual de importantes, para cuidar tus finanzas:
- Desactiva la recordación de claves de tu navegador
- Desconfía de aquellas páginas que no comiencen con https://
- Retira y guarda los comprobantes obtenidos en los cajeros automáticos, así evitarás que terceros los usen en su beneficio.
- Sospecha de aquellos llamados que involucren concursos, programas de televisión u otros similares.
- Recuerda que las estafas telefónicas son realizadas por personas con habilidad para obtener tus datos personales. Ellos obtienen esta información de tus redes sociales, conversaciones y otros.
Te invitamos a revisar las sugerencias de Banco Security.
