Las apuestas para 2023 incuyen una caída en las proyecciones de crecimiento en Estados Unidos, una moderación en las alzas de la FED, recesión en la Eurozona y un debilitado crecimiento en China cercano al 4%.
A solo semanas de que termine el 2022, las apuestas por estos días se concentran -tanto en el escenario local como global- en cuál será el desempeño de la economía durante 2023, considerando las altas presiones inflacionarias, el débil crecimiento y las decisiones de política monetaria que han marcado la pauta durante este año que termina.
Frente a este escenario, desde Inversiones Security, en su Informe de Portafolios de diciembre, explican que "las expectativas de crecimiento para EE.UU. han seguido cayendo, incluso en el sector de servicios y los indicadores líderes siguen anticipando una actividad que se contraería durante el próximo año". Con respecto a la Reserva Federal, el tono de la FED comienza a moderarse, reafirmando un "escenario base en donde la tasa de referencia se acercaría como techo al 5 en el corto plazo, aunque se mantendría en ese nivel gran parte del 2023".
En el caso de la Eurozona, puntualizan que pese a registrar datos menos negativos que lo esperado, el escenario base sigue apuntando a una recesión en el horizonte, mientras que en China, el crecimiento para el próximo año el crecimiento de la economía en el gigante asiático se situaría más cerca del 4% que sel 5%, dado que los potenciales efectos de una reapertura se comenzarían a sentir recién a mediados del próximo año.
"La perspectiva negativa para la actividad económica mundial, condiciones financieras altamente restrictivas en buena parte del mundo y un panorama inflacionario que si bien mejora, todavía ameritaría que los bancos centrales estén dispuestos a arriesgar una recesión con tal de moderar el sobrecalentamiento de la demanda, nos lleva a mantener el sesgo favorable en la renta fija versus la renta variable" comentan desde Inversiones Security, asegurando que esto se ve apoyado por el retorno relativo, que durante este 2022 se ha movido a favor de la renta fija ante el significativo aumento de las tasas de interés y expectativas a la baja en utilidades de las compañías.
Dentro de sus recomendaciones, agregan que dentro de la renta variable internacional siguen priorizando a EE UU cuya economía podría soportar de mejor manera el embate de la desaceleración económica. En la renta fija internacional, en cambio, si bien la expectativa de una menor inflación disminuye el riesgo de que la FED necesite moverse hacia una posición más restrictiva que lo incorporado por el mercado, que conlleve alzas adicionales en las tasas de interés, "los riesgos a este escenario aún se mantienen dependientes de una moderación más evidente de las presiones en el mercado del trabajo, lo que solo se ha visto incipientemente", explican.