El economista jefe de Grupo Security, Felipe Jaque, entregó su opinión experta frente al panorama argentino desde que Javier Milei asumió la presidencia hasta nuestros días.
Javier Gerardo Milei asumió la presidencia de Argentina el 10 de diciembre de 2023. El también economista pertenece al Partido Libertario y, antes de ejercer el alto mando, trabajó en empresas como Proden SA y AFJP Máxima, se desempeñó como profesor en la Universidad de Belgrano y como asesor financiero. Sus propuestas, desde el comienzo de la campaña que lo llevaría a la Casa Rosada, le han significado un sinfín de reacciones (tanto a favor como en contra) en la opinión pública, entre ellas, dolarizar la economía, eliminar ministerios y el Banco Central, además de vender empresas públicas.
La aprobación de la Ley de Bases contempla grandes cambios para el país andino, entre los que destacan las atribuciones extraordinarias del presidente por un año, al contar con la facultad de declarar emergencia pública en materia administrativa, económica, financiera y energética, lo que normalmente le corresponde al Poder Legislativo. El plan económico de Milei busca reducir impuestos y aumentar la privatización. En línea con ello, se debate la privatización de Enarsa, empresa dedicada al sector energético que tiene el mayor déficit operativo de la mano de los subsidios. Pero eso no es todo, recientemente Javier Milei adelantó que tiene previstas 3.200 nuevas reformas.
Frente a este complejo panorama el economista jefe de Grupo Security, Felipe Jaque, entregó su opinión experta respecto a la trayectoria de la economía argentina, desde que Milei asumió la presidencia hasta nuestros días.
- Felipe Jaque.
Créditos: Matías Lynch / Shutterstock.com
¿De qué manera calificaría el impacto de las políticas económicas de Milei en los primeros siete meses de su gobierno?
En el plano de la expectativa ha sido positivo porque las reformas han avanzado hacia cambios necesarios en el manejo fiscal y monetario, así como en la capacidad que se le entrega el Gobierno para tomar las medidas de normalización de la economía.
En junio se anunció que el Banco Central de Argentina (BCRA) dejará de emitir dinero para financiar sus pasivos remunerados, como parte de la segunda etapa del plan de estabilización que pretende el Gobierno. En términos sencillos, ¿cuál es la implicancia de esta medida?
Básicamente, intentan lograr la autonomía que necesita el Banco Central. El Gobierno se hace cargo de la deuda y de pagar los intereses, mientras el Banco decide sobre la emisión de moneda que debe realizar. De alguna forma los anuncios de campaña, como el de eliminar el Banco Central y recortar muchos puestos de trabajo en el sector público y todo lo demás, se han ido moderando. Tiene que ver con hacer bien las cosas en términos de dinámica, de política monetaria y política fiscal.
A pesar de las medidas adoptadas, la confianza en el peso argentino sigue siendo baja, con los ciudadanos refugiándose en el dólar. ¿Qué tan probable ve que un país con una inflación del 200% anual, recupere progresivamente la confianza en la moneda nacional?
El dólar se ha convertido en un refugio para los argentinos que desean mantener activos fuera de su economía. Esto, probablemente, no va a cambiar. Argentina tiene una larga historia de crisis, esta es la razón de que la tercera etapa del plan de Milei contemple levantar restricciones sobre la movilidad de capitales.
En mayo el mandatario argentino expuso que, tras limpiar el balance del Banco Central, Argentina avanzaría hacia la dolarización. ¿Cuáles cree serían las consecuencias a corto y largo plazo de la dolarización de la economía argentina?
Hay dos opciones: que se dolarice, o que se logre una mayor confianza en el peso argentino, lo suficiente para mantener una política monetaria independiente de Estados Unidos. Probablemente no va a haber un cambio radical en una economía que ha sufrido tanto, apostar a que los argentinos abandonarán el dólar es bastante lejano.
Cabe decir, que el ministro de Economía no ha vuelto a hablar de dolarización como tal y por el momento no está dentro del cronograma aunque, claro, era una comilla en el anuncio de campaña del presidente.
Respecto a la privatización de empresas públicas, ¿de qué manera incidiría esto en la economía y específicamente en sectores clave como el energético, considerando el caso de Enarsa?
Que se privatice es básicamente cambiar de mano pública a mano privada. Lo importante es generar incentivos para que las empresas puedan invertir y desarrollarse. Para eso hay que liberalizar precios. Si yo vendo compañías sin liberar precios lo que hago es generar caja para que el sector público afronte deudas, pero estas compañías no serían realmente viables. No es privatizar por privatizar, debe haber un plan y eso es lo que se está armando.
Con la noticia de 3.200 nuevas reformas previstas, ¿qué áreas deberían ser prioritarias para mejorar la situación económica del país?
Probablemente lo que se debería priorizar es el flujo de capitales, atraer inversiones, potenciar las exportaciones para insertar al país en el mercado internacional e impulsar las industrias, la base de toda la economía, como los servicios básicos.
¿Cuáles son los posibles riesgos y/o beneficios que vislumbra en el futuro de la economía argentina?
El mayor beneficio es sacar a las personas de la pobreza, lo fundamental es revertir la pérdida de poder adquisitivo. Esto se logra ordenando la casa, considerando que se tienen los insumos para crecer en los próximos años, como materias primas.
Lo más riesgoso podría ser depender de la política monetaria estadounidense y de la liquidez que le llegue a Argentina a través de inversiones del comercio internacional. Es más seguro buscar la estabilidad de la moneda local con compromisos fiscales importantes.
¿El Gobierno actual es radical o distinto a los anteriores?
Milei es mucho más radical. No obstante, hay que distinguir entre los anuncios de campaña, que buscan el ruido suficiente para generar un resultado electoral, y las políticas que finalmente se realizan. Si uno lo piensa, se está hablando de concesiones, algo que se hizo en Chile. Se habla de capitales privados para los servicios básicos, que también se hizo en Chile. Solo queda esperar a ver qué es lo que se hará realmente en Argentina, más allá de los anuncios, los titulares y las cuñas.
¿Cuál es el rango de tiempo para notar los resultados de esta transformación económica en la inflación?
Los planes inflacionarios no debieran tardar en dar resultados. Pero países que han hecho esfuerzos de estabilización económica como este son pocos. Cuando Chile tuvo que estabilizar su economía después de la crisis del 80 esto le tomó varios años, aunque también se puede crecer más rápido desde una base tan baja. Por supuesto, es posible lograr una tasa de inflación más razonable que el 200%. Al final, es más difícil mantener la credibilidad de una economía estable en el mercado.
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