Sin ajustes respecto a las estimaciones previas para el periodo abril-junio, la primera economía del mundo encadena dos trimestres consecutivos de contracción.
Ratificando el complejo escenario de la economía global, este jueves una tercera y última estimación de la Oficina de Estadísticas Laborales (BEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos confirmó una contracción anual de 0,6% en la economía norteamericana entre abril y junio.
Según lo informado, el retroceso en el segundo trimestre refleja sobre todo las caídas de la inversión -tanto la privada como la residencial- y del lado del gasto público, tanto federal como estatal o local. Estos descensos se vieron parcialmente compensados por el aumento en las exportaciones y en el gasto de los consumidores. No obstante, las importaciones también subieron, lo que afecta negativamente al cálculo del PIB.
Los dos trimestres de caída del PIB confirman la recesión técnica de la primera economía del mundo, en un momento de elevada incertidumbre, marcado por la alta inflación y los efectos de la guerra de Ucrania.
Estados Unidos lleva meses tratando de contener los precios y la Reserva Federal aprobó la semana pasada la quinta subida consecutiva de los tipos de interés, que están ya en el rango de entre el 3% y el 3,25%, el nivel más alto en los últimos 14 años. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reconoció la semana pasada, tras anunciar la nueva subida de tipos de 0,75 puntos, que esta política monetaria mucho más restrictiva ralentizará la economía y admitió que la Fed sabe que los aumentos de tipos probablemente causarán "un período de crecimiento económico por debajo de la tendencia".
´