“Todos los consejeros estuvieron de acuerdo en que los puntos de inflexión de la política monetaria estarían basados fundamentalmente en una evaluación del estado de la economía y no en fechas específicas”, apuntan la minutas respecto al encuentro liderado por la presidenta del organismo, Rosanna Costa, e integrada por su vicepresidente Pablo García y los consejeros Alberto Naudon, Luis Felipe Céspedes y Stephany Griffith-Jones
Asimismo, en este escenario hubo acuerdo respecto a que el compromiso clave y esencial es luchar para que la inflación vuelva a su objetivo de 3% en un horizonte de dos años, que era la forma de evitar costos excesivos e innecesarios para la población.
“Comenzar prematuramente el proceso de recortes de la TPM podía tener efectos negativos en materia de persistencia inflacionaria y, por lo tanto, sobre la actividad económica, en la medida que se materializaran escenarios de sensibilidad que obligaran a pausar o incluso revertir dicho proceso”, agrega el documento.
Las minutas además sostienen que estos traspiés podrían afectar adversamente la comunicación de la política monetaria y la credibilidad del Banco. En todo caso, también existían escenarios en que la inflación podría reducirse más rápido, situación a la que el consejo también estaría atento.