Continuando con sus esfuerzos por frenar la inflación -que alcanzó 10,7% anual en noviembre- el banco central dejó la tasa de interés en 3,5%, su mayor nivel desde 2008.
A solo unas horas de que la Reserva Federal de Estados Unidos comenzara a moderar su ciclo de alzas en la tasa de interés, la fórmula se repite al otro lado del Atlántico.
Este jueves, el Banco de Inglaterra dio inicio a una jornada también marcada por la decisión de tipos del Banco Central Europeo, informando el aumento de 50 puntos en la tasa de interés, con el objetivo de luchar en contra de las persistentes presiones inflacionarias y contribuir al crecimiento y el empleo.
Con 6 votos favorables y 3 en contra, los miembros el comité definieron llevar la tasa de referencia hasta 3,5%, sellando el noveno aumento consecutivo de los tipos, pero marcando un menor ritmo en las alzas luego del aumento de 75 puntos en su anterior reunión de noviembre.
Según las actas de la reunión, la mayoría de los consejeros señaló que "el mercado laboral seguía ajustado, y había evidencia de que presiones inflacionarias en los precios internos y los salarios que podrían indicar una mayor persistencia y, por lo tanto, justificaron una respuesta de política monetaria más contundente".
Despúes de alcanzar su nivel máximo en 41 años durante octubre, la inflación en Reino Unido moderó sus alzas llegando a 10,7% anual en noviembre. Una buena noticia, pero aún muy alejada de la meta objetivo del Banco de Inglaterra de 2%.
Nuevas subidas en el mediano plazo
A diferencia de lo comunicado en noviembre, de acuerdo a lo informado tras el cierre de la última reunión de 2022, la mayoría del consejo considera que podrían ser necesarias nuevas alzas de tasas, en el caso de que la economía evolucione en línea con los datos de noviembre.
Los funcionarios del BoE proyectan que Reino Unido ya se encuentra atravesando una recesión: preveen que el Producto Interno Bruto del último trimestre del año caiga en 0,1%, tras el descenso de 0,5% que registró entre julio y septiembre.