A un día de conocerse una nueva alza de tasas por parte de la Reserva Federal en Estados Unidos, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió elevar la tasa de interés en 25 puntos básicos, tal y como esperaba el consenso del mercado.
Con esto, la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación se situará en el 3,75%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 3,25% y la de facilidad de préstamo el 4%. Así, acumula siete alzas consecutivas, que dejan a la tasa de referencia en su nivel más alto desde octubre de 2008.
Pese a este nuevo endurecimiento de su política monetaria, por primera vez desde julio de 2022, cuando dio inicio al ciclo de incrementos, en esta reunión se redujo la magnitud de las subidas, con un alza 25 puntos, igualando lo realizado por el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Por su parte, el avance de un cuarto de punto anunciado por el BCE, sumado a los incrementos de 50 puntos básicos en marzo y febrero de 2023 y diciembre de 2022, así como de los dos aumentos de 75 puntos básicos realizados en las reuniones de octubre y septiembre del año pasado y el alza inicial de medio punto porcentual en julio de 2022, han hecho que el BCE haya elevado la tasa de referencia en un total de 375 puntos básicos a la fecha.
Esta decisión sigue a los datos publicados esta semana por Eurostat, que señalan que la tasa de inflación interanual en la zona euro se ubicó en 7% en abril, subiendo en una décima respecto al dato de marzo, mientras que la inflación subyacente que se moderó por primera vez en 10 meses, llegando a 5,6%.
Sobre estas cifras, la presidenta del organismo, Christine Lagarde, señaló que "no estamos haciendo una pausa, eso está muy claro. Sabemos que tenemos más terreno que cubrir". Además, añadió que las tasas aún no eran lo suficientemente restrictivas para reducir la inflación al objetivo de 2% planteado por el BCE, acotando que todavía existen grandes riesgos al alza para la inflación, en particular por los acuerdos salariales recientes y los altos márgenes de ganancias corporativas, y que las condiciones financieras aún no eran lo suficientemente estrictas.