En julio la variación mensual del índice avanzó 0,2%, con lo que el índice a doce meses se ubicó en 3,2%. La inflación subyacente, en tanto, retrocedió una décima frente a junio llegando a 4,7%.
Julio marcó el término de una racha de doce caídas consecutivas en línea para el Índice de Precios al Consumidor (IPC) internual en Estados Unidos.
La Oficina de Estadísticas Laborales (LBS, por sus siglas en inglés) indicó que en el séptimo mes del año subió dos décimas en julio ubicándose en 3,2% a doce meses. Esta cifra significa un repunte frente al 3% registrado en junio, pero aún en la parte baja de las apuestas del mercado, que proyectaban llegar a 3,3% frente al mismo mes del año anterior.
En concreto, en el mes de julio los alimentos se encarecieron un 4,9%, mientras que la energía se abarató un 12,5%. La tasa de inflación subyacente, en tanto, que excluye el impacto de la volatilidad de los precios de los alimentos y de la energía, alcanzó el 4,7%, retrocediendo 0,1% frente al mes anterior.
La cifra se conoce a dos semanas de que la Reserva Federal (Fed) elevara en 25 puntos base la tasa de interés a fines de julio, encuentro en donde alcanzó su nivel más alto en 22 años ubicándose en 5,25% a 5,5%.
En esta reunión, el Comité Federal de Mercado Abierto reafirmo una vez más su compromiso de devolver la inflación a su meta de 2%, monitoreando continuamente la situación de los precios a los consumidores para tomar la decisión de elevar o mantener los tipos de interés.