Por su parte, el IPC subyacente, que excluye la volatilidad de los precios de la energía, alimentos, alcohol y tabaco siguió situándose en 6,3% al igual que el mes anterior.
Aunque lentamente, los precios en Reino Unido comienzan a afianzar su camino a la baja. Al cierre de 2022, la inflación anual alcanzó el 10,5% en diciembre, registrando un retroceso de 2 décimas respecto al 10,7% del mes anterior, de acuerdo a lo informado este miércoles por la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS, por sus siglas en inglés).
Pese a encadenar su segunda reducción consecutiva, el Índice de Precios de Consumo (IPC) sigue en máximos de 40 años, con los alimentos presionando al alza. En términos mensuales, el IPC aumentó un 0,4% en diciembre, en comparación con un aumento del 0,5% en el mismo mes del año anterior.
La moderación de la tasa de inflación anual en diciembre refleja principalmente cambios de precios en la división de transporte, en particular para los combustibles para motores. También incidieron a la baja prendas de vestir y calzado, y ocio y cultura. Los mayores efectos alcistas, parcialmente compensados, provinieron de restaurantes y hoteles, y alimentos y bebidas no alcohólicas.
En concreto, la inflación anual del transporte fue del 6,9% en diciembre, ubicándose en la tasa más baja desde mayo de 2021. Los precios de la ropa y el calzado aumentaron, en general, un 6,4%, frente al 7,5% de noviembre, mientras que la tasa anual de ocio y cultura fue del 4,8% en diciembre de 2022, frente al 5,3% del mes previo.
Por su parte, los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron un 16,9%, frente al 16,5% de noviembre. La tasa anual de inflación para esta categoría ha aumentado durante 17 meses consecutivos.
En cuanto al IPC subyacente, que excluye la volatilidad de los precios de la energía, alimentos, alcohol y tabaco se situó en diciembre en el 6,3%, igual que en noviembre.