El Índice de Precios al Consumidor del Reino Unido llegó, en su variación anual, a 10,1% en el primer mes del año, mientras que el IPC subyacente retrocedió medio punto frente al mes anterior.
Tras alcanzar niveles no vistos en más de tres décadas, la inflación comienza a ceder terreno en Reino Unido dando un respiro a los consumidores.
Este miércoles, la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS, por sus siglas en inglés), informó que la tasa de inflación interanual en Reino Unido se situó en 10,1% durante enero, retrocediendo así desde el 10,5% registrado en diciembre. Con esto, se consolida una baja lenta pero sostenida de los precios a los consumidores, encadenando tres retrocesos consecutivos y mostrando la menor alza de precios desde septiembre.
A nivel de categorías, el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas se moderó al 16,7%, frente al 16.8% de diciembre, mientras que los suministros de vivienda aumentaron su costos un 26,7%, una décima más que el mes anterior.
Por su parte, el IPC subyacente, que excluye la volatilidad de los precios de la energía, alimentos, alcohol y tabaco, se situó en enero en 5,8%, medio punto por debajo del 6,3% de diciembre de 2022.
En términos mensuales, los precios registraron un retroceso del 0,6% frente a diciembre de 2022, después de la subida del 0,4% del mes de diciembre.