Informe de Política Monetaria de marzo anticipa que los precios al consumidor cerrarán el año con un alza interanual de 4,6%, mientras que el crecimiento del PIB estaría en el rango de -0,5% y 0,5%. Para el próximo año, en tanto, estiman que el retroceso será de entre -2% y -1%.
Señales dispares trajo el primer Informe de Política Monetaria (Ipom) de este 2023.
El informe publicado este miércoles por el ente rector actualizó sus proyecciones respecto al análisis de diciembre, corrigiendo al alza las estimaciones sobre el alza de precios a los consumidores y también respecto al crecimiento de la economía durante este año. Para el próximo, en cambio, el panorama se volvió menos auspicioso.
Así, el Central explicó que “la velocidad a la que se ha estado ajustando en lo más reciente ha sido menor a la prevista. El mejor desempeño de inicios de 2023 lleva a revisar al alza la proyección de crecimiento del PIB de este año”, esperando que a diciembre el rango de variación del Producto Interno Bruto esté entre -0,5% y 0,5%, revisando al alza las estimaciones de -1,75% y -0,75% de fines de 2022.
En el caso de 2024, en tanto, su proyección pasó de un rango de 2% a 3% a uno entre 1% y 2%, señalando que “la economía continuará con su proceso de ajuste en los trimestres venideros. Por ello, se reduce la proyección para 2024. Considerados ambos años, el crecimiento acumulado no dista mayormente de lo previsto en diciembre”.
Con respecto al panorama global, destaca un escenario que se ha vuelto más difícil en las últimas semanas.“La economía chilena se verá afectada por una menor demanda externa y condiciones financieras globales más restrictivas”. Así, precisa que “el escenario actual tiene asociado un grado de incertidumbre superior a lo habitual. Por un lado, está el riesgo de un deterioro más abrupto del escenario externo, con mayores implicancias para Chile, por otro, el lento descenso del consumo interno podría resultar en una dinámica inflacionaria más compleja”.
Sobre la inflación, y en línea con lo comunicado ayer tras su segunda reunión de Política Monetaria del año, señalaron que aún persisten niveles muy elevados y muy por sobre la meta de 3%. Así, resaltaron que un factor relevante que ha mantenido las presiones inflacionarias ha sido "la lenta corrección de los elevados niveles de consumo privado alcanzados en años previos".
Además, continuó, "la lenta reducción del consumo es coherente con un empleo que ha repuntado en lo más reciente y una incertidumbre político-económica local que se ha reducido".
Con esto, indicó que la inflación finalizará 2023 en 4,6% anual, cifra superior a la prevista en el IPoM anterior, donde esperaba que esta terminaría el año en 3,7%. "La corrección se origina en los mayores niveles de inflación de los últimos meses -particularmente su componente subyacente-, la menor velocidad de ajuste del consumo y una brecha de actividad que se cierra más tarde que lo previsto", agregó.
Frente a este escenario el Banco Central proyecta que la inflación total "seguirá reduciéndose en los trimestres venideros y convergerá a la meta de 3% en la última parte de 2024", pronóstico levemente más pesimista que el Ipom de diciembre, cuando se esperaba llegar a la meta en la segunda parte del próximo año.