El PIB de la mayor economía mundial creció a una tasa anualizada del 2,6% entre julio y septiembre después de caer durante los dos primeros trimestres, de acuerdo a la estimación preliminar del Departamento de Comercio.
Aunque las estimaciones de los analistas fijaban el alza del Productor Interno Bruto (PIB) de la economía estadounidense en 2,4%, la expansión mostrada por el EE.UU. durante el tercer trimestre fue mayor a lo previsto.
De acuerdo a las estimaciones preliminares del Departamento de Comercio publicadas durante esta jornada, la economía de Estados Unidos creció a una tasa anualizada de 2,6% entre julio y septiembre, dejando atrás dos trimestres de resultados negativos: en los tres primeros meses de 2022 el descenso fue de 1,6% y en el segundo trimestre de 0,6%. Con respecto al trimestre anterior, el crecimiento en este tercer trimestre fue de 0,6%.
En detalle, el informe mostró un fuerte aumento en la inversión empresarial, impulsado por los productos de equipamiento y propiedad intelectual; mientras que el gasto de los consumidores se vio impulsado por el aumento de los gastos en servicios. Finalmente, el mayor contribuyente al PIB fue la volátil categoría de exportaciones netas, en tanto, el sector de la vivienda fue un importante lastre para el crecimiento.
Pese a que la expansión trimestral alivia los temores de una recesión prolongada, el principal motor de la economía -el gasto de los consumidores- sigue bajo la presión de la mayor inflación en una generación.
Aunque las buenas cifras del mercado laboral y los ahorros generados en la pandemia han sido utilizados por los hogares norteamericanos para mantener el gasto, no existe certeza sobre cuánto más podrá mantenerse este ritmo en caso de que las presiones inflacionarias continúen pese a los esfuerzos de la Reserva Federal.
Antesala de próxima decisión de la FED
El índice de precios de los gastos de consumo personal, medida de la inflación seguida por los funcionarios de la Fed, creció un 4,2% anualizado en el tercer trimestre, el ritmo más lento desde finales de 2020. Excluyendo los alimentos y la energía, el índice subió un 4,5%.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha señalado que el banco central cree que Estados Unidos necesitará tanto un periodo de crecimiento por debajo de la tendencia como una cierta suavización de las condiciones del mercado laboral para alcanzar su objetivo de inflación. Aunque los responsables de la política monetaria esperan evitar una recesión, las últimas previsiones de la Fed indican que la economía crecerá un 0,2% en 2022 y 1,2% en 2023.
El informe probablemente mantiene a la Reserva Federal en la senda de subir su tipo de interés de referencia en 75 puntos básicos la semana que viene, anotando así cuatro reuniones consecutivas con alzas de la misma magnitud. Al mismo tiempo, se espera que los responsables de la política monetaria discutan si deben ralentizar el ritmo de las subidas en medio de las previsiones de descenso de la inflación para el próximo año.