En el conjunto de 2022, la economía de la eurozona registró un alza del 3,5%, mientras que la de la UE creció un 3,6% en comparación con el año anterior.
Se confirma la ralentización de las economías en el Viejo Continente durante el último periodo de 2022 aunque sin entrar en números rojos aún.
Entre octubre y diciembre del año pasado, el Producto Interno Bruto (PIB) de la zona euro se mantuvo estable con un leve incremento (0,1%) respecto al trimestre anterior, y un crecimiento en plano para el conjunto de la Unión Europea (UE), de acuerdo a los datos publicados este martes por la oficina europea de estadística, Eurostat.
Según los análisis, el crecimiento en el último trimestre de 2022 estaría explicado por el fuerte freno que tuvieron economías como la de Lituania (-1,7%), Austria (-0,7%) y Suecia (0,6%); mientras que países como Irlanda (3,5%), Letonia (0,3%) y España (0,2%) marcaron las partes altas.
Con esto, el primer cálculo de la agencia estadística europea apunta a un crecimiento medio del 3,5% de la economía de la eurozona y del 3,6% en el año en su conjunto, con doce meses marcados por el estallido de la guerra de Ucrania, los altos precios de la energía y la fuerte inflación. Estas cifras de Eurostat forman parte de la primera estimación y están sujetas a revisiones.
En términos interanuales, el PIB de la eurozona aumentó un 1,9% en el cuarto trimestre, en comparación con el mismo periodo de 2021, mientras que el de la UE se elevó un 1,8%.