Como parte de su declaración la entidad liderada por Christine Lagarde sostuvo que "la, también debido a fuertes efectos de base, y la mayoría de los indicadores de la inflación subyacente han continuado disminuyendo". Pese a esto, desde el organismo aún esperan que la inflación continúe siendo “demasiado alta durante demasiado tiempo y que las presiones inflacionistas internas continúen siendo intensas".
El Consejo de Gobierno considera que "los tipos de interés oficiales del BCE están en niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial a este objetivo" del 2 % a medio plazo.
"Las decisiones futuras del Consejo de Gobierno asegurarán que los tipos de interés oficiales se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario", añadió el BCE en el comunicado, apuntando que las decisiones en torno al nivel de restricción y de los tipos de interés estarán dadas por los datos económicos, en particular, su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria.
El mercado ya apostaba mayoritariamente a que el BCE mantendría las tasas en este encuentro, por lo que ahora la atención se traslada hacia la Reserva Federal, que la próxima semana celebrará una nueva reunión de política monetaria luego de aumentar en 25 puntos la tasa en su última sesión.