En el primer trimestre del año se contrajo 0,8%, mientras que en el último trimestre de 2022 cayó 2,3%.
Las cifras siguen consolidando la desaceleración de la economía local. En el segundo trimestre el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 1,1%, de acuerdo a lo informado esta mañana por el Banco Central en su informe de Cuentas Nacionales.
Con este nuevo retroceso el PIB sumó su tercera caída consecutiva: en el último trimestre de 2022 retrocedió 2,3% versus el mismo periodo del año anterior y en los primeros tres meses de este 2023 la baja alcanzó 0,8%.
"La actividad económica exhibió una caída de 1,1% en el segundo trimestre de 2023 respecto al mismo periodo del año anterior. Por su parte, la demanda interna disminuyó 5,6%, como resultado de un menor consumo de los hogares e inversión", sostuvo el instituto emisor en su informe, agregando que el segundo trimestre presentó un día hábil menos que el mismo periodo de 2022, lo que generó un efecto calendario de -0,1 puntos porcentuales.
En su análisis, el ente rector explicó que el desempeño entre abril y junio estuvo incidido, principalmente, por las actividades de comercio, transporte, minería e industria manufacturera. En términos desestacionalizados la actividad económica disminuyó 0,3% respecto al trimestre anterior, lo que se explicó principalmente por el comercio, aunque este efecto fue parcialmente compensado por el aumento de la minería.
Desde la perspectiva del gasto, "el menor PIB fue consecuencia de la demanda interna. Respecto del comercio exterior, las importaciones presentaron una caída mayor que las exportaciones, con un efecto neto positivo en el PIB”, añadió.
A su vez, el consumo de hogares cayó 6,1%, con bajas en todos sus componentes. Mientras que la la formación bruta de capital, expuso un retroceso de 8,1%, explicada principalmente por una menor variación de existencias. En contraste, a formación bruta de capital fijo (FBCF) aumentó 1,6%, reflejo de una mayor inversión en maquinaria y equipo.
Sobre el comercio exterior de bienes y servicios, destacó la reducción en las importaciones de 13,2%, en línea con menores internaciones de automóviles, productos químicos y combustibles. Las exportaciones también cayeron, aunque en menor medida (-1,2%), por menores envíos de productos de madera, frutas y cobre.
En tanto, el gasto del PIB en términos desestacionalizados retrocedió, principalmente, por las exportaciones netas. Además, el ingreso nacional bruto disponible real presentó un crecimiento de 3,1%, reflejo "de un aumento en los términos de intercambio, acompañado de una caída en las rentas pagadas al exterior", apuntó el informe.
Finalmente, ahorro bruto total ascendió a 22,1% del PIB en términos nominales, compuesto de un ahorro nacional de 18,9% del PIB y un ahorro externo de 3,2% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.