A solo horas de la activación del Requerimiento de Capital Contracíclico por parte del Banco Central, una de las principales reflexiones el Informde Estabilidad Financiera (IEF) del primer semestre de 2023 publicado por el ente rector fue el deterioro de las condiciones financieras a nivel global.
Según el informe, desde el mes de marzo se han producido episodios de tensión en la banca de Estados Unidos, ”los que dejaron de manifiesto debilidades en la regulación y la supervisión, así como problemas en la gestión de riesgos de las entidades afectadas”. En este sentido, apunta que si bien la reacciones de las autoridades ha contenido las turbulencias, "persistene dudas en el mercado respecto de la evolución del sistema financiero en las economías desarrolladas, lo que se refleja en una elevada volatilidad, condiciones crediticias más restrictivas y precios de activos que no han revertido del todo las caídas del inicio de estos episodios”.
Pese a este gris escenario externo, el IEF complementa señalando que el mercado financiero local no se ha visto especialmente afectado por los recientes ruidos internacionales. "Desde el Informe anterior, las tasas de interés soberanas cayeron en torno a 120 y 60 pb para bonos en pesos y UF, respectivamente, manteniéndose en torno a sus promedios históricos. Además, se observó una disminución del spread soberano. En el mismo período, los premios por riesgo corporativo y bancario aumentaron entre 5 y 30 pb”, dice el BC.
Así, además explica que “la incertidumbre local se redujo de manera importante desde el Informe anterior, ubicándose algo por sobre su promedio histórico. Por su parte, la volatilidad de las tasas de interés soberanas de largo plazo tuvo un incremento acotado”.
No obstante, el BC sostiene que desde principios de año se han sostenido emisiones de bonos bancarios, mientras que en abril las emisiones corporativas presentaron una incipiente recuperación, esto a pesar de que “diversos indicadores de profundidad del mercado de capitales local han disminuido en los últimos dos años, tanto los que miden liquidez como tamaño de mercado”.
“Los indicadores de tamaño de mercado dan cuenta de una reducción en algunos mercados que han funcionado en el pasado como buffers frente a fluctuaciones y shocks externos, como los activos en fondos de pensiones. Estos se redujeron desde poco más de 80% del PIB hacia fines de 2019 a 56% del PIB en lo más reciente”, dice el BC.
El IEF, eso sí, “da cuenta de la solidez de la banca local”, y que “los resultados de las pruebas de tensión muestran que el sistema se encuentra en una posición adecuada de solvencia y liquidez para enfrentar la materialización de escenarios tensionados. No obstante, al igual que el resto de los agentes de la economía, es importante que continúe fortaleciendo sus capacidades para enfrentar nuevos eventos adversos”.