El economista jefe de Grupo Security abordó el escenario macroeconómico en el país trasandino tras el triunfo de Javier Milei, señalando que el optimismo que han mostrado los mercados tras la elección “estará directamente ligado al avance en las medidas del nuevo gobierno, las que requiere importantes acuerdos en el Congreso”.
Esta campaña y la situación social, económica y política de Argentina han estado marcadas indiscutidamente por la hiperinflación, que ya sobrepasa el 140% ¿Cuáles debiesen ser algunas de las primeras medidas de Javier Milei para enfrentar este problema y cuál podría ser un plazo de tiempo para que se pudiesen comenzar a ver resultados?
“Si bien la situación de Argentina es bastante crítica, no existen las balas de plata que den resultados inmediatos. Pero el foco hacia donde se tienen que orientar las medidas es relativamente conocido. Un control del gasto público, frenar las presiones sobre el banco central y la emisión de dinero, el reordenar y priorizar las políticas de apoyo y buscar medidas que atraigan los capitales hacia industrias claves como el litio y los hidrocarburos pueden ser un buen comienzo. De a poco esto debiera sentar las bases para que la inflación ceda, se ordenen las cuentas fiscales y Argentina comience a salir de esta crisis”.
Las reacciones de alzas en la Bolsa local, de las empresas argentinas en Wall Street, la caída del peso argentino, ¿son fenómenos que se podrían mantener hasta el 10 de diciembre o son parte del shock inicial propio de los días posteriores a una elección?
“Lo habitual es que ante un resultado que vaya en la dirección de buscar cierto reordenamiento de la economía ante esta crisis, parte del mercado tenga una mayor cuota de optimismo. Cuanto dure ese optimismo estará directamente ligado al avance que se dé en las medidas del nuevo gobierno, lo que requiere niveles de acuerdo en el Congreso importantes.
Si la orientación es clara y se perciben avances, es muy probable que Argentina reciba al menos el beneficio de la duda de que puede salir de los desequilibrios que enfrenta”.
¿Cuáles serían algunos de los principales impactos de las grandes medidas anunciadas por el presidente electo como la privatización de empresas estatales o el fin del banco central?
“Muchas de las propuestas de campaña se debe mirar como eso. La aplicación concreta de las medidas económicas podrían tomar una forma algo distinta una vez que se es gobierno. Privatizaciones, atracción de inversión extranjera, ordenamiento y autonomía de la labor del banco central podrían ser medidas que veamos anunciadas en el corto plazo”.
Con este giro, con un enfoque pro mercado ¿Argentina vuelve a ser un espacio atractivo para los inversionistas y las empresas chilenas? ¿En qué posición quedan las firmas locales que ya mantienen negocios?
“En la medida que se avance en normalizar el funcionamiento de la economía, los distintos mercados, la política fiscal y monetaria, el ambiente para los negocios que ya están instalados en Argentina sin duda que mejorará versus la situación que han enfrentado en los últimos años. Sin embargo, es muy probable que el mercado y los inversionistas esperen señales concretas no solo de medidas de corto plazo sino que también políticas a más largo plazo antes de inclinarse por retomar inversiones en esa economía”.
¿Cuáles serán las señales y temas más relevantes a los que está atentos estos días para entender cómo va evolucionando la situación en Argentina?
“Sin duda el tema más relevante para el corto plazo es la conformación del gabinete de ministros, sus perfiles y los anuncios y prioridades que vayan planteando. Son uno de los primeros pilares de la instalación del nuevo gobierno, junto con dar luces de hacia dónde se logran los acuerdos y apoyos políticos más amplios.”
