Indicador de precios al consumidor que excluye los alimentos y la energía llegó a un histórico 5,7%, mientras que la cifra general cayó a 6,9% en el tercer mes de año.
Pese a que los precios al consumidor han ido retrocediendo en Europa, la inflación subyacente no ha tomado el mismo camino.
Mientras que la inflación general bajó fuertemente desde el 8,5% de febrero a 6,9% en marzo, de acuerdo a los datos preliminares, los precios subyacentes -que excluyen de su cálculo los elementos volátiles como la energía y los alimentos- escalaron a 5,7% en el mismo periodo, alcanzando su mayor registro histórico.
Por primera vez desde la invasión rusa a Ucrania, los precios de la energía, uno de los principales responsables de la escalada de precios, experimentaron una caída, registrando una baja interanual del 0,9%, después de la subida del 13,7% del mes anterior. En el lado contrario, la inflación de los alimentos y las bebidas alcohólicas subió de 15% en febrero a 15,4% en marzo.
De los 20 países que forman parte de la zona euro seis mantienen su cifra de inflación en dos dígitos: Letonia (17,3%), Estonia (15,6%), Lituania (15,2%), Eslovaquia (14,8%), Croacia (10,5%) y Eslovenia (10,4%).
Pese a la nota positiva que entregan las bajas en los precios a los consumidores, las cifras siguen estando muy alejadas de objetivo de 2% del Banco Central Europeo, por lo que se espera que el tono de la política monetaria de la organización liderada por Christine Lagarde continúe endureciéndose.