En el corto plazo, el escenario global seguirá ligado al desarrollo de las reaperturas y eventuales rebrotes del coronavirus.
El Departamento de Estudios de Grupo Security explicó en su informe de Economía y Mercados titulado “Latinoamérica: Un largo camino a la recuperación, con riesgos por delante”, donde se espera que en los próximos meses aumentará la incertidumbre respecto a las reaperturas, debido a los rebrotes, temor al gasto y miedo a salir de los hogares.
Escenario global: Una reapertura incierta, pero que esperamos siga avanzando
Latinoamérica va un paso más atrás del hemisferio norte en el control del virus, por lo que ha sido testigo de los riesgos de la reapertura y potenciales efectos adversos en la movilidad y gasto de consumidores.
En este escenario, se espera que la región se contraiga 8%- 8,5% durante 2020 y en 2021 se recupere de forma heterogénea en promedio 4%- 4,5%. Lo anterior, debido a que hay malas perspectivas en torno a la inversión (que son previas, pero se acrecentaría gracias a la crisis actual), menor espacio fiscal y mercados laborales que demorarán en recuperarse.
En tanto, las condiciones de política monetaria y fiscal, continuarían muy expansivas a nivel global volviéndose más acomodativas donde haya espacio, por lo que se estima que va a existir un fuerte impacto de los anuncios, que se moderará en el tiempo.
El escenario para Latinoamérica es incierto, expuesta a shocks externos
Si bien las tasas de política monetaria reales de la región (ajustadas por inflación efectiva) están en territorio negativo o cercano a cero, la menor inflación ha llevado a que en los últimos meses hayan subido, lo que implica un menor estímulo monetario en el margen.
La política fiscal ha sido clave y ha tomado un rol preponderante, en un inicio como fuente de recursos para la supervivencia de empresas y fuente de ingreso de los hogares, y en una segunda etapa esperamos que tome un papel protagónico en el estímulo económico.
Latinoamérica aún está en la primera etapa, pero veríamos señales de la segunda en los próximos meses, sujeto a una reapertura exitosa.
El informe detalla que en la región hay varias fuentes de riesgos. En el escenario externo, algunos países se ven especialmente vulnerables a shocks que históricamente se han reflejado en una combinación de monedas más débiles y tasas de largo plazo más altas.
En algunos casos, poco espacio de política para actuar en el corto plazo
El mayor riesgo fiscal en mercados emergentes se refleja en condiciones financieras internas más restrictivas. Se prevé que un shock de 5 puntos del PIB más deuda fiscal estaría asociado con un tipo de cambio 1% aproximadamente más débil (respecto al escenario previo) y tasas de largo plazo 10 puntos base más altas.
Este factor es más importante cuando el mercado anticipa que la capacidad fiscal para soportar mayor deuda es limitada, lo que es un riesgo relevante para países que tienen problemas para mantener el grado de inversión (Colombia y en menor medida México), pero que es un desafío transversal para el mundo emergente.
En el contexto actual, los límites al apoyo fiscal aumentan el riesgo de mantener deteriorados mercados laborales que ya eran precarios, aumentando la informalidad. Lo que da pie a un círculo vicioso, donde el menor (y peor) empleo, arriesga la destrucción más duradera de la capacidad productiva de la economía, lo que afecta negativamente las perspectivas fiscales.
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