Las presiones inflacionarias siguen retrocediendo, incluso mostrando sorpresas. En una cifra altamente esperada y clave para los mercados, la inflación en Estados Unidos continuó desacelerándose por sobre las proyecciones de los analistas en junio, restando presión a la Reserva Federal con miras a su próxima reunión de política monetaria.
El Departamento del Trabajo informó que el Índice de Precios al Consumidor sufrió una variación de 0,2% en el sexto mes del año, explicada por las alzas en los precios de los sectores vivienda y energía,. Los alimentos, en tanto, no registraron variación en el mes, ante la caída de los productos consumidos dentro del hogar y un incremento de los consumidos fuera.
La variación mensual de la inflación fue inferior al aumento de 0,3% que proyectaban los analistas. Con este resultado, la medición a doce meses alcanzó 3%, su menor registro desde marzo de 2021 y por debajo del 4% de mayo.
Así, se deja atrás el peak de 9,1% interanual registrado en junio del año pasado, en donde el indicador lleg+p a su máximo nivel desde noviembre de 1981.
Excluyendo alimentos y energía, el IPC subyacente aumentó un 0,2% con respecto al mes anterior. En términos interanuales, esta medición aumentó un 4,8%, el nivel más bajo desde fines de 2021, pero aún muy por encima del objetivo de la Fed.
Estos datos quitan presión a la próxima decisión de la FED, mostrando los efectos que han tenido los 10 aumentos consecutivos de las tasas de interés para controlar la inflación. Se espera ampliamente que la Reserva Federal incremente nuevamente la tasa de interés en su próxima reunión a fines de este mes, en donde la tasa de referencia se movería nuevamente de 5% a 5,25%.