La entidad destacó la rápida recuperación que ha experimentado la economía chilena, liderada por el consumo privado.
El Banco Central publicó su Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, el cual, entre sus principales conclusiones, proyectó un crecimiento potencial entre 11,5 y 12% para este año.
En este contexto, el BC destacó la rápida recuperación de la economía del país, luego de la recesión producida por el Covid-19. “La economía chilena ha mantenido una senda de fuerte expansión, liderada por el consumo privado. Con esto, el crecimiento de 2021 superará lo previsto en septiembre, cerrando el año con niveles de actividad significativamente superiores a los previos a la crisis, así como a su potencial estimado”.
En línea con lo anterior, el mayor gasto interno ha llevado que el crecimiento del PIB chileno esté dentro de los más altos del mundo, pero al mismo tiempo significa que la economía está operando muy por sobre su capacidad de corto plazo, exacerbando las presiones de costos y precios.
En el informe del BC, además se anticipó que en materia de gasto, se espera, que “para el próximo año, la mayor base de comparación resulta en un rango de crecimiento estimado para el 2022 más bajo (1,5-2,5%)”, añadiendo que, para el 2023, se prevé “la paulatina desaparición de los efectos de la política fiscal y la acción de la política monetaria reducen el rango de crecimiento estimado para dicho año (1-2%)”.
Mientras que, en materia de previsiones para el 2022 y 2023, el IPoM detalló que “las tasas de expansión anual de la economía tendrán una importante reducción, contribuyendo a resolver los desequilibrios que se han acumulado en los últimos trimestres. Así, para 2022 y 2023, se proyecta que la economía crecerá entre 1,5 y 2,5%, y entre 0,0 y 1,0%, respectivamente”.
Por último, el Consejo del Banco Central señaló que anticipa un bajo desempeño en la Formación Bruta de Capital Fijo. Así, especificó que ésta “tendrá un débil desempeño en el próximo bienio, como producto del deterioro de sus determinantes fundamentales. Intervienen en ello las condiciones financieras más estrechas, derivadas de los cambios estructurales que se han producido en el mercado de capitales local; la persistencia de una mayor incertidumbre y el aumento del costo de bienes de capital importados como producto de la depreciación del peso. El escenario central supone que la inversión se reducirá 2,2% en 2022, para luego aumentar marginalmente en 2023”.