Si bien la variación respecto al mismo periodo de 2021 superó las estimaciones de los analistas, los seis días de retraso en la entrega de las cifras y los negativos datos en materia de desempleo y exportaciones opacaron los resultados.
La economía china repuntó a un ritmo más rápido de lo esperado en el tercer trimestre del año, de acuerdo a las cifras dadas a conocer hoy en el gigante asiático. A raíz de las medidas estatales para reactivar la actividad, el Producto Interno Bruto de China aumentó en un 3,9% interanual entre julio y septiembre de acuerdo a la oficina de estadísticas.
Esta cifra se encuentra por sobre las proyecciones de los analistas, que esperaban entre un 2,5% y 3,4% de incremento en la segunda economía mundial y marcan un ritmo de aceleración frente al 0,4% registrado en el segundo trimestre.
El informe del PIB llegó poco después del cierre de este fin de semana del Congreso del Partido Comunista, en el que el presidente Xi Jinping consolidó su estatus como el líder más poderoso de China desde Mao Zedong al extender su mandato como jefe del Partido Comunista por tercer mandato consecutivo.
La economía se vio favorecida por el sector manufacturero, con datos separados que muestran que la producción industrial en septiembre aumentó un 6,3% respecto al año anterior, superando las expectativas de un aumento del 4,5% y del 4,2% en agosto.
Asimismo, en el periodo se reflejó un aumento de la inversión en infraestructura, aunque las ventas del comercio minorista se debilitaron y el desempleo se incrementó, pasando de 5,3% a 5,5% en septiembre respecto al mes anterior.
Estas cifras se dan a conocer con un retraso de seis días, luego de que durante la semana pasada, sin explicaciones de por medio, no se publicaran los datos respecto a la economía china y se encendieran las alarmas respecto al real desempeño de la segunda economía mundial.
Política Covid cero en la mira
Si bien la recuperación de la economía fue más rápida de la prevista, los estrictos controles por el COVID-19, la prolongada caída del sector inmobiliario y los riesgos de recesión mundial ponen en entredicho los esfuerzos de Beijing por fomentar una sólida reactivación durante el próximo año.
Justamente, ni en el Congreso del Partido Comunista ni en las cifras dadas a conocer esta mañana se dieron luces respecto al fin de la política Covid cero implementada por China para frenar las sucesivas olas de contagio causadas por la pandemia, política que ha sido señalada como responsable del deterioro en la confianza empresarial y de los consumidores.
Analistas señalan que el crecimiento del próximo trimestre y también del 2023 dependen del fin de las políticas de confinamiento. Incluso, un sondeo de Reuters prevé que el crecimiento de China se ralentizará al 3,2% en 2022, muy por debajo del objetivo oficial de alrededor del 5,5%, lo que supondría uno de los peores resultados en casi medio siglo.