PIB norteamericano cayó más de lo esperado el primer trimestre de este año, en tanto que el IPC en España alcanzó en junio su máximo valor desde 1985 llegando a 10,2% en doce meses.
El crecimiento económico se contrajo más de lo esperado en el primer trimestre en Estados Unidos. Esto de acuerdo a los datos informados este miércoles por la Oficina de Análisis Económico (BEA por sus siglas en inglés), que señalan que la economía estadounidense se contrajo un 1,6% entre enero y marzo de este año respecto al trimestre anterior, porcentaje mayor al 1,5% esperado por los analistas.
El comportamiento del PIB del primer trimestre, que según la BEA incluye algunos efectos no cuantificados de la pandemia y de la variante ómicron, contrasta con lo sucedido los últimos tres meses de 2021, cuando la economía creció a un ritmo del 6,9% respecto al trimestre anterior. La cifra entregada hoy se explicaría en parte por un menor ritmo de acumulación de inventarios por parte de las empresas, escasez de trabajadores y problemas en la cadena de suministro.
Esta nota de alerta para los mercados hace crecer los temores de una posible recesión durante los próximos meses, y se suma al alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED) realizada hace solo unas semanas, cuyo objetivo es frenar las presiones inflacionarias en la principal economía del mundo. Justamente hoy, Jerome Powell, presidente de la FED, buscó espantar los temores, afirmando en el foro anual de política del Banco Central Europeo que esperan que el crecimiento siga siendo positivo, agregando que las finanzas de los hogares y las empresas están en buena forma, por lo que la economía de EEUU estaría bien posicionada para soportar una política monetaria más estricta. Subir las tasas de interés sin provocar una recesión “es nuestro objetivo y creemos que hay vías para lograrlo”, dijo Powell.
El incierto escenario para EE.UU. se suma a las preocupaciones por la inflación en Europa. En esta jornada el Índice de Precios de Consumo (IPC) en España se incrementó en 1,5 puntos respecto a junio de 2021, alcanzando el 10,2%, su nivel más alto desde abril de 1985, según los datos del Instituto Nacional de Estadística español (INE).
Según el INE, esta escalada del IPC interanual en junio se debe, principalmente, a las alzas en los los precios de los combustibles y de los alimentos y bebidas no alcohólicas. También ha influido el fuerte repunte de los precios de los hoteles, cafés y restaurantes.