Incremento aplicado por el Banco Central Europeo superó las expectativas del mercado, que proyectaban que la primera alza aplicada desde el 2000 llegaría a solo 25 puntos.
El combate en contra de la creciente alza en los precios a los consumidores obligó al Banco Central Europeo (BCE) a unirse al grupo de más de 80 bancos centrales, que durante este 2022 han elevado las tasas de interés para combatir la inflación.
Este jueves, la entidad presidida por Christine Lagarde anunció el alza de 50 puntos base en la tasa de interés, en lo que se convierte en el primer aumento en 11 años y el mayor desde el 2000.
Este aumento, que sorprendió a los expertos y el mercado, quienes esperaban un incremento de solo 25 puntos, se da en el marco de fuertes temores de recesión tanto en la comunidad europea como a nivel global y a solo pocos días de conocerse que la inflación en junio llegara a un histórico 8,6% en el bloque.
A través de un comunicado dado a conocer esta mañana, el BCE reafirma que mantiene su firme compromiso por mantener la estabilidad de precios, buscando asegurar que la inflación vuelva a situarse en su meta objetivo de 2% a mediano plazo. “La decisión contribuirá al retorno de la inflación al objetivo a medio plazo del Consejo de Gobierno fortaleciendo el anclaje de las expectativas de inflación y asegurando el ajuste de las condiciones de demanda para la consecución de su objetivo de inflación a medio plazo", agregó.
Con respecto a futuras alzas, el informe no reveló mayores pistas respecto a su magnitud, señalando que “la distribución anticipada de hoy de la salida de las tasas de interés negativas le permite al Consejo de Gobierno hacer una transición a un enfoque de reunión por reunión para las decisiones sobre las tasas de interés".
Lagarde descarta recesión
Tras las publicación del comunicado durante la mañana, Lagarde lideró una conferencia de prensa horas más tarde en donde se refirió al escenario macroeconómico que enfrenta la región, señalando que la inflación "sigue siendo indeseablemente alta", y proyectando que se mantendrá por encima del rango objetivo "durante algún tiempo".
Pese a señalar que las últimas cifras dan cuenta de una ralentización del crecimiento, "lo que nubla las perspectivas para la segunda mitad de 2022 y más allá", la presidenta del BCE aseguró que en base a las proyecciones del banco central “no hay recesión, ni este año ni el próximo”.
Ante las preguntas de lo que pasará en la próxima reunión de septiembre, agregó que "las previsiones combinadas que existían para septiembre ya no son aplicables”, y anunció que a partir de ahora “tomaremos nuestras decisiones de política monetaria en función de los datos, operaremos mes a mes y paso a paso”.