El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) atribuye la palabra «emprendedor» a quienes “trabajan por cuenta propia y a personas empleadoras dueñas de una unidad económica de hasta 10 trabajadores/as contándose a sí mismas”. Si te encuentras dentro de esta definición o, simplemente, te interesa conocer más sobre innovación financiera, aquí te contamos de una moderna y eficiente estrategia empresarial: el Factoring.
La relación entre capital y tiempo es vital para los empresarios, puesto que muchos negocios no obtienen el fruto de sus inversiones con rapidez. En respuesta a esta problemática surge el Factoring, un tipo de financiamiento externo al que recurren quienes buscan sostener tanto las operaciones de su empresa como la calidad de vida de quienes trabajan en ella. Consiste en un contrato en el que se traspasan las facturas emitidas a una institución financiera para obtener liquidez de manera inmediata. Así, se obtiene rápidamente el dinero de las operaciones con un descuento aplicado. Para llevarlo a la realidad, nos podemos servir de un ejemplo.
Imagina que le vendes tu línea de accesorios a una importante multitienda por 50 millones de pesos, monto que se te depositará al cabo de 30 días. Mientras esperas, tu cuenta bancaria está en cero y no sabes cómo volver a financiar la producción de tu producto. Por esta razón, decides contactar a un ejecutivo de Factoring, el que ofrece entregarte los 50 millones de pesos al instante. Más tarde, el ejecutivo se encargará de cobrarle a la multitienda a cambio de una comisión.
La industria del Factoring llegó a Chile el 1986, pero hoy adquiere especial relevancia. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo, durante 2022 se registraron más de 1 millón 950 mil personas microemprendedoras en Chile, lo que corresponde al 23,4% de la población ocupada del país. Sin embargo, el mismo año el 40% de las startups de Latinoamérica despidieron personal (Latam Digital Report 2023). El éxito (o fracaso) de las nuevas y grandes empresas afecta a los inversionistas e influye en la tasa de desempleo.
El sostenido incremento de la oferta comercial ha empujado a la industria hacia el uso de las nuevas tecnologías, como la rupturista plataforma de Factoring Security lanzada el 2019 con el nombre de “Autofactoring”, un formato que permite la autoatención de los comerciantes de manera 100% online, en donde estos pueden simular la tasa de interés, convertir sus facturas en efectivo en pocas horas y revisar las gestiones de cobranza en tiempo real. El novedoso proyecto llevó a Factoring Security a convertirse en Fintech.
Para mediados de los 90 ya existían varias empresas chilenas dedicadas a este rubro, entre ellas la filial de Grupo Security, cuya constante innovación en materia financiera, le ha otorgado variados reconocimientos, como la triple certificación en el índice de sostenibilidad SSIndex (Stakeholders Sustainability Index), que distingue el grado de satisfacción de los grupos de interés de la organización.
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